Desarrollo

REQUISITOS PARA EL DESARROLLO DE UNA VACUNA

Las vacunas son insumos biológicos o biotecnológicos que se desarrollan para su administración en animales y humanos con propósitos de protección frente a agentes patogénicos. Su función principal es activar las distintas fases del sistema inmunitario para desarrollar de manera rápida y eficiente la inmunidad requerida, preferentemente a largo plazo, desencadenando la producción de anticuerpos neutralizantes contra un agente específico capaz de producir enfermedad. Constituyen una forma de entrenamiento para la defensa del organismo cuando una bacteria, virus o protozoario con capacidad para producir alguna enfermedad lo invada. Esto es, la importancia de las vacunas radica en su potencial para generar inmunidad contra algún tipo de enfermedad, permitiendo así que el organismo genere anticuerpos de manera específica y oportuna contra el agente causal de dicha enfermedad, antes de quedar expuesto a la infección. Las vacunas para la salud humana, al igual que otros productos farmacéuticos, se someten a evaluaciones exhaustivas de seguridad y eficacia en el laboratorio, así como a ensayos preclínicos y clínicos en animales y humanos, respectivamente, secuencialmente escalonados antes de obtener la licencia de uso correspondiente. De manera general, la producción de una vacuna, parte de una enfermedad de interés. Se identifica el agente causal de la enfermedad, ya sea un virus, una bacteria o algún otro microorganismo, y se definen antígenos que puedan ser útiles para desarrollar una respuesta inmunológica, como pueden ser los virus y bacterias atenuados o toxinas microbianas, que formarán la composición principal de la vacuna. Ésta, además, puede incluir un agente adyuvante modulador de la respuesta inmunológica, de origen inorgánico o biotecnológico, y compuestos de conservación para evitar la contaminación y desnaturalización de la vacuna antes de su aplicación. Las vacunas se envasan según su forma de administración, en frascos de vidrio estériles para la vía intramuscular, la más común, y se empaca cuidadosamente para almacenarse y transportarse con seguridad bajo condiciones según la naturaleza de cada vacuna, usualmente en refrigeración entre 2 y 8º C. Durante el desarrollo de la vacuna, se llevan a cabo distintos análisis de valoración por parte de las autoridades e instancias de salud para garantizar su seguridad por medio de evaluaciones y estudios clínicos. Además, se determina la eficacia de la vacuna para su aplicación clínica. Los distintos estudios se dividen en etapas que pueden tardar varios años en completarse. Básicamente, incluyen etapas de exploración en condiciones controladas de laboratorio, validación preclínica y desarrollo clínico. La exploración es la primera etapa del proceso de creación de una vacuna y está enfocada en el estudio y comprensión de la enfermedad, sus factores epidemiológicos y los compuestos que deben emplearse para prevenirla o tratarla. En esta etapa, es importante delimitar algunas cuestiones como la identificación y aislamiento del agente infeccioso, vías de transmisión e infección, además de los factores de patogenicidad. Para ello se deben identificar los factores genéticos importantes para desencadenar una respuesta inmunitaria eficiente e incluso, de ser necesario, se pueden llevar a cabo modificaciones genéticas en el agente infeccioso para incrementar aún más la eficacia de la respuesta inmunitaria. En la etapa preclínica, se obtienen resultados experimentales sobre la eficiencia y tolerancia de la vacuna en modelos animales, que den sustento a la posterior evaluación en humanos. Los estudios preclínicos se basan en sistemas de cultivos tisulares o celulares y pruebas en animales (como ratones o monos) para evaluar la seguridad de la vacuna candidata y su capacidad de provocar una respuesta inmunológica específica y suficiente para conferir protección contra la enfermedad para la que fue desarrollada. El desarrollo clínico comprende usualmente cuatro fases esenciales para la aplicación de la vacuna en humanos. La fase l se basa en los ensayos de la etapa experimental de la vacuna en un grupo reducido de personas (por lo general comprende menos de 100 adultos), con la finalidad de evaluar sus efectos biológicos y la inmunogenicidad. Además, esta fase también puede estar enfocada en estudios sobre cantidades de dosis y vías de administración. La fase II está enfocada en la vacuna que fue bien evaluada en la fase anterior y requiere un grupo más grande de humanos (generalmente entre 200 y 500 adultos, que reúnan las características del grupo final al que está dirigida la vacuna), para monitorear la seguridad y los ensayos que determinarán su eficacia, además de evaluar y establecer las dosis requeridas y el método de administración. La fase III tiene como objetivo evaluar de forma más completa la seguridad y la eficacia de la vacuna, involucrando a una mayor cantidad de voluntarios que participan en un estudio multicéntrico, adecuadamente controlado, que puede abarcar de cientos a miles de humanos, en uno o varios países. Las pruebas de fase III son aleatorias y de doble ciego; involucran a la vacuna experimental contra un placebo, que puede ser una solución salina, una vacuna para otra enfermedad o alguna otra sustancia con efectos nulos. Esta fase se considera como el último paso a desarrollar antes de la aprobación de una vacuna, cuando se revelan los resultados de todos los ensayos clínicos y la vacuna se somete a exámenes de eficacia y seguridad para obtener la aprobación reglamentaria y normativa de organizaciones e instituciones de salud pública. Finalmente, la fase IV, se realiza posteriormente a la autorización de la vacuna, a fin de dar un seguimiento más amplio sobre su seguridad y eficacia. Luego de la comercialización, se hace una vigilancia estricta de los posibles efectos adversos de la vacuna a largo plazo, para garantizar que su administración en población abierta sigue siendo segura, actividad conocida como farmacovigilancia. Las etapas de desarrollo y validación de vacunas descritas refieren a la ruta que se sigue convencionalmente para acceder a un producto final que cumple con los estándares sanitarios y de calidad adecuados. Durante la pandemia, estos esquemas tuvieron que ajustarse, para ser llevados a cabo no de manera secuencial sino incluso, simultánea, pues la emergencia sanitaria demandaba respuestas ágiles que contuvieran las altas tasas de morbilidad y mortalidad provocadas por la COVID-19.

CRONOLOGÍA DEL DESARROLLO DE LA VACUNA AVX/COVID-12

Diciembre de 2019 – Origen del virus Se reporta el brote del coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo, agente etiológico de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), reportada por primera vez en la ciudad de Wuhan, China. Marzo de 2020 – Inicio de la pandemia La Organización Mundial de la Salud declara oficialmente la pandemia por COVID-19. Avimex® inicia el diseño y desarrollo de los candidatos vacunales AVX/COVID con la plataforma NDV, empleando la secuencia de la proteína S del virus SARS-CoV-2 en diversas configuraciones. Se realizan las pruebas in vitro para evaluar su especificidad y determinar el mejor candidato, que resultó ser la configuración AVX/COVID-12. Enero de 2021 – Se aprueba el uso en humanos Se obtienen suficientes datos preclínicos para sustentar la aplicación de la vacuna por primera vez en humanos. Los resultados del estudio realizado en cerdos sentaron la base del ensayo clínico de fase I realizado en México. Mayo de 2021 – Arranca el protocolo de Fase I Inicia la implementación del protocolo de la fase I de la vacuna AVX/COVID-12, llevado a cabo por Avimex® con el apoyo del otrora Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, hoy Consejo de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt). Este protocolo representa el primer ensayo en humanos con una vacuna basada en rNDV de virus activo, mediante la administración por la vía intranasal y una combinación intranasal-intramuscular. Septiembre de 2021 – Primeros datos Se obtienen los datos preliminares de seguridad e inmunogenicidad del protocolo de fase l como tratamiento inicial. Esta información fue reforzada con datos de neutralización y de capacidad de unión de anticuerpos contra diferentes variantes, gracias a la colaboración con investigadores de la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinaí, Nueva York, Estados Unidos de América. Noviembre de 2021 – Necesidad de refuerzo de una sola dosis Debido al avance del Programa Nacional de Vacunación contra el SARS-CoV-2 en México y al efecto epidemiológico de la variante Delta del virus, se desarrolla un protocolo alterno para demostrar la inmunogenicidad de una sola dosis alta por la vía intranasal o intramuscular en individuos previamente inmunizados mediante un tratamiento completo de cualquier vacuna de las que se aplicaron en el país, siempre y cuando los anticuerpos anti-RBD del SARS-CoV-2 fueran suficientemente bajos para probar la inmunogenicidad de la vacuna candidata AVX/COVID-12. Enero de 2022 – La Fase II supera obstáculos El protocolo en curso presenta una tasa de falla de escrutinio por el incumplimiento del umbral de anticuerpos anti-RBD del SARS-CoV-2 en aproximadamente el 80% de los voluntarios reclutados, debido a la ola de contagios en México por la variante Ómicron. A raíz de esto, se establece la necesidad de una Fase III de puente inmunológico para demostrar la superioridad, o en su defecto, no inferioridad de la generación de anticuerpos neutralizantes por la administración de AVX/COVID-12, con respecto a otras vacunas de eficacia previamente establecidas. Mayo de 2022 – Seguridad comprobada Los resultados preliminares de la fase II demuestran que el proyecto vacunal AVX/COVID-12 no suscitó efectos adversos graves en el grupo de personas que fueron previamente vacunadas con todos biológicos aplicados en México, ni en el resto de los voluntarios registrados a esa fecha, reafirmando su seguridad. Agosto de 2022 – Comprobando la no-inferioridad Se abre el registro de voluntarios en el portal del Conahcyt para evaluar la seguridad y eficacia de la vacuna AVX/COVID-12. La finalidad es formar un grupo de 3,000 personas a las cuales administrar la vacuna, para comparar sus efectos con otras 860 que recibirían una vacuna con eficacia previamente probada. Mayo de 2023 – Preparativos para la aprobación: hitos para el desarrollo La empresa Avimex® da a conocer datos preliminares favorables sobre la etapa final de desarrollo clínico del proyecto vacunal AVX/COVID-12 y demuestra que se cumple con los estándares de la Organización Mundial de la Salud. Es necesario completar el protocolo hasta su culminación y gestionar otros trámites regulatorios para proceder a una aprobación.

RETOS ENFRENTADOS DURANTE EL DESARROLLO DE LA VACUNA AVX/COVID-12

El brote del síndrome respiratorio agudo severo por el coronavirus 2 (SARS-CoV-2) en China a finales de 2019 dio origen a la pandemia de COVID-19. Desde entonces, la comunidad científica internacional invirtió esfuerzos sin precedentes en el estudio del SARS-CoV-2 y el desarrollo de diferentes vacunas y tratamientos para contener sus efectos, con el objetivo de avanzar hacia la recuperación de la crisis sanitaria, económica y social, todavía evidente en estos momentos. Las primeras vacunas se desarrollaron rápidamente y fueron autorizadas para su uso y disponibilidad en los países de altos ingresos con apoyos financieros y regulatorios muy significativos. Sin embargo, la disponibilidad de vacunas en los países de ingresos bajos y medianos (PIBM) fue insuficiente y, en algunos casos, incierta, además de que los productores no podían satisfacer la demanda mundial tan elevada. La producción de la mayoría de las vacunas contra la COVID-19 resultó costosa por las tecnologías utilizadas, lo que afectó significativamente el precio por cada dosis. Aunado a eso, por su naturaleza, las vacunas requerían condiciones de manejo, transportación y almacenamiento a temperaturas que demandaban la disponibilidad de equipos de congelación y ultracongelación, lo que limitó considerablemente su uso en los PIBM. Ante ese escenario, fue necesario ampliar las alternativas y la disponibilidad de vacunas seguras y eficaces que fortalecieran los programas de vacunación a nivel local y mundial. En México también se establecieron proyectos de investigación y desarrollo prioritarios para contrarrestar los efectos negativos a la salud pública generados por la pandemia. Entre las iniciativas, Avimex® emprendió desde marzo de 2020 su propio proyecto para desarrollar una vacuna segura y eficaz contra la COVID-19. En el camino, la empresa ha tenido que sortear un sinnúmero de retos que van desde el acceso a materias primas, insumos y reactivos, hasta la adecuación de infraestructura y la construcción de nuevos espacios; dificultades para el reclutamiento de voluntarios que cumplieran los criterios de elegibilidad; entre otros. Gracias al compromiso y la voluntad de los distintos actores y sectores involucrados, los distintos desafíos han sido superados en la búsqueda de hacer de AVX/COVID-12 una realidad en un tiempo extraordinariamente corto, considerando tales dificultades y la falta de competitividad en materia de investigación y desarrollo en nuestro país. Es por esto que, resulta notable que se haya podido realizar el proceso de desarrollo clínico, iniciado en mayo de 2021, en un tiempo récord algo superior a los dos años, lo que hubiera sido imposible sin la cooperación decidida entre el sector público, a través de la coordinación efectiva del Conahcyt, con la inversión y conocimiento de la industria privada, representada por Avimex®.